La experiencia al consumidor es un factor clave para que, tanto grandes como pequeñas empresas, logren tener éxito en las ventas.

Una experiencia es una vivencia, por tanto, permanece en la memoria del consumidor y condiciona su comportamiento para que se convierta en cliente (consumidor habitual), lo cual impacta directamente en la economía del negocio. Así también, se debe tener en cuenta que el 95% de las malas experiencias se difunde y que, fidelizar a un cliente tiene un menor costo que conseguir uno nuevo.

Ante ello, el rol de los taskers -equipos flexibles que entienden y atienden necesidades actuales de las empresas – es sumamente importante para que las organizaciones puedan brindar una buena experiencia al consumidor, quien, a causa de la pandemia se ha vuelto más exigente y tiene más información (a través de los diversos canales de comunicación, sobre todo, los digitales) con respecto al servicio que recibe. Dicha importancia se debe a que todos los taskers se certifican para poder llevar a cabo tareas como shopper, driver (delivery), picker (empaquetador), multitasker, temperatura task (tomadores de temperatura); etc., las cuales les permitirán a las empresas optimizar sus procesos y costos, lo que se verá reflejado en la experiencia de compra que tengan sus consumidores. Además, los taskers son customizados, las tareas que realizan son on demand y pueden atender los requerimientos de las empresas hasta en menos de 24 horas.

Finalmente, ya sea que la compra se realice por el canal tradicional o por el digital -con respecto a este último, cabe mencionar que, durante el 2020, Latinoamérica lideró el crecimiento de las ventas online con un 36.7%, y se estima este porcentaje se incrementará- la experiencia de compra será un factor clave en el éxito o fracaso en las ventas o, dicho de otra manera, en el logro de convertir a los consumidores en clientes fieles.